La navidad ha terminado y con ella todas tus promesas que se han quedado en nada. La nieve al fin se ha fundido y se ha llevado tus caricias, tus calientes manos provocándome, tus sonrisas en medio de la oscuridad. Ya no recuerdo como era el sonido de tu voz ni lo dulces que podían llegar a ser tus besos, he olvidado la sensación de estremecimiento que recorría mi cuerpo cada vez que sentía tu olor. Pero cuando cierro los ojos aún apareces tu, queriéndome como antes y mintiéndome como siempre.
¿Y ahora qué me queda? Me queda el silencio que corre rápido a mi alrededor, me quedan las lágrimas que acompañan mis sollozos a lo largo de la noche... en realidad, ya no me queda nada.
Luchar por una mentira, por un cuento de hadas del cual yo no soy la princesa, por un final feliz que nunca fue.
Pronto llegará la primavera y se llevará los pequeños rastros que me quedan de ti, todo cuanto podía hacerme daño va a desaparecer y solo quedara el recuerdo de algo bonito que nunca pudo ser.
He visto que has visitado mi cueva... Pero eso no importa.
ResponderEliminarQue nadie me pregunte como he llegado aquí.
Pero lo cierto es que he llegado.
¿Que es ser una princesa de un cuento Hadas?
Una lagrima por algo que ya ha muerto es un precio muy alto.