No puedo conmigo misma, ya no soporto mirarme al espejo y observar lo que tengo delante, me da asco. Todos y cada uno de mis defectos, todos allí, concentrados delante de mi para que me sienta aún peor, haciendo fuerza para destrozar-me, lanzándome por un acantilado de donde no podré salir. Toda esa cantidad de errores que recorren mi cuerpo, que lo hacen indeseable a ojos de los demás, que lo maltratan hasta dejarlo en nada, ya no puedo más.
Y yo, yo que soy influenciable, que no me quiero a mi misma, que permito que los demás hablen por mi y dejo que me acribillen con sus palabras malsonantes y sus miradas de despecho. Yo, que acepto todo lo que me digan, que no sé defenderme, que me rindo ante lo desconocido, yo que no sé luchar en este mundo donde o luchas, o te comen.
Yo que no confío en nadie pero me doy a todo el mundo, que regalo mis sentimientos a los que me rodean sin pensar que luego ellos los destrozaran como mejor les venga. Yo que lloro sola en la oscuridad para que nadie sepa de mi dolor, yo que soy fría, yo que no tengo sentimientos, me rompo a pedazos en cada momento que pasa. Yo que soy débil, yo que ya estoy harta, yo que ya no puedo más.