Que los sueños sueños son, pero son las palabras
lo que se lleva el viento, y no hay sueños ni palabras que consigan frenar ese
deseo de vivir que se extiende dentro de mí cada vez que te miro a los ojos y
veo esa chispa de luz que me pide a gritos que sea feliz contigo.
Porque dos más dos a veces solo significa tu más
yo. Que al final mi corazón y mi cabeza vienen juntos pero viven por separado,
pero cuando te tengo cerca se ponen de acuerdo y acaban siendo uno.
Que tú consigues que los límites se extingan y los
infinitos se mantengan. Porque a partir de medianoche ya todo es posible y no
existe bruja alguna que logre hechizar como tú lo has hecho conmigo.
Y que al final, eso de “y vivieron felices y
comieron perdices” solo sucede en los cuentos de hadas porque en la realidad el
final nunca es feliz, y si la felicidad es infinita, entonces no hay final.
