viernes, 29 de junio de 2012

UN MUNDO PARA NOSOTROS

Con dos copas de más subimos los dos juntos hasta aquel mundo de descontrol sin rumbo ni dirección, nos volvimos locos el uno junto al otro y lo llevamos hasta extremos insospechados. 

Empezamos a rozarnos con leves caricias de aprecio mientras bailábamos pegados en la pista, solos en medio del barullo, un mundo aparte entre la gente. Nuestros latidos al unísono, la temperatura en aumento, el pelo revuelto, sonrisas cómplices. Solos allí arriba me besó como nunca lo habían hecho antes, me tocó con una dulzura impensable y con una desesperación irrefrenable. Solo deseaba hacerle mío, mío para siempre. Quedarnos allí arriba toda la eternidad sin interrupciones absurdas del mundo que nos esperaba, tranquilos en nuestro amor, locos en nuestros juegos. Bailando locamente toda la eternidad sin preocupaciones por el mañana, deseosos de vida y fiesta, implorando libertad.